Aquí está el antes y el después de unas sillas de forja que llevan mucho tiempo en casa en un segundo plano, pero que muy segundo, siempre en medio y muy desubicadas, tal vez por el color, quizás porque no había espacio para ellas. Ahora lucen estupendas en la terraza, en el patio, en cualquier sitio con "su nuevo vestido" blanco crema, en nuestra futura e inacabada casa.
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